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Evitar ponerse la defensiva, cuando uno o el otro, sientan que el otro no lo está entendiendo.
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Evitar levantar el tono, pues esto sólo crea mayor tensión, por tanto menos comprensión.
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Evitar el lenguaje ofensivo, pues con esto no se logra nada constructivo, es más abre la posibilidad de ofender y lastimar.
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Evitar repetir una y otra vez el mismo tema o la misma conducta, pues esto sólo crea tensión, perder tiempo y el foco constructivo que es el propósito de la comunicación.
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Evitar el imponerse, a veces es fundamental dar espacios para pensar sobre el punto de vista del otro(a), quizá pensado en frío, sin la presión del momento podamos ver que el otro u otra, pueden tener la razón, esto es un acto de crecimiento personal.
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Evitar ante la frustración expresar romper la relación, pues esto sólo crea inestabilidad y pérdida de confianza en la relación.
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Evitar que el orgullo tome el control, pues esto nos pone a la defensiva y cierra las las posibilidades de crecimiento.
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Evitar creer que siempre tenemos la razón, pues en una relación ceder en aras del bien común, termina siendo un beneficio personal.
Dr. Rafael Ramos A.