Muchos de nosotros ante situaciones de diferente índole buscamos el 100% de certeza para poder tomar una decisión. Cuando nos enfrentamos a una decisión es normal tener algunas dudas, incluso ideas contradictorias, ambivalentes, pues todo cambio mueve el miedo, pero si el cambio nace en la convicción, se abren otros horizontes, pero un grupo importante de personas resuelve el conflicto interno diciéndose a sí mismos, “y qué pasa sí”.
Que complicado es lidiar con una persona que se vende así misma y a los demás, la idea de:
· Que es una persona con la que se puede contar.
· Que es abierta y flexible.
· Que se permite escuchar, entender, proponer y aportar.
¡No me presta atención!
En el camino de la comunicación, si la otra persona no presta atención, siempre habrá complicación:
· Prestar atención, es un deber de toda persona, en cualquier relación humana, pues posibilita el crecimiento emocional y favorece las bases de cualquier relación.
· Prestar atención, significa respeto, a lo que la otra persona dice.
Yo diría que si, sí estamos en una relación de reciprocidad, de mutua cooperación, cuando ambos tienen un sentido de respeto profundo al hecho de que una persona nos permitió ser parte de su vida, sí en un proyecto de relación, porque ésta persona pudo haberlo hecho con cualquier otra persona, pero te eligió a vos y desde esta óptica se puede dar todo. Pero
· Hay expresiones del amor, en el que sólo uno de los dos da todo, en el que sólo uno de los dos da todo.
· Hay persona que no tienen reparo en reservarse nada para sí mismos, aún cuando no reciben nada.
Es curioso, que, ante los hechos en el amor, las personas cometemos el grave error, de preguntarnos qué es lo que queremos nosotros, hasta después de haber sufrido mucho, cuando en realidad se le debería dar importancia a estas preguntas:
· ¿Qué nos hace bien?
· ¿Qué nos acerca nuestra felicidad?
· ¿Qué construye nuestro proyecto de amor?
He escuchado muchas veces, en mi trabajo como psicólogo, esta expresión o expresiones similares veamos algunas:
· Es que me gusta mucho.
· Yo siento que lo quiero montones.
· He llegado a creer que sin él o ella yo me muero.
· Me parece que en el fondo es un ser humano divino.
